Ha sido a lo largo de la historia uno de los pasos más visibles de la procesión debido al gran número de personajes que alberga. En concreto, representa la Última Cena, también llamado como el paso de la Institución Eucarística, en la que Cristo rodeado de sus doce apóstoles instituye el Jueves Santo su transformación en Cuerpo y Sangre.
Vemos a Jesús bendiciendo con su mano derecha mientras que con la izquierda sujeta el cáliz. Por otro lado, aparecen a ambos lados de una gran mesa doce apóstoles con diversas y curiosas expresiones. Vemos aquellos que atienden a Cristo, vemos los que dudan de él y finalmente, vemos quien rechaza de él y guarda en su mano el saco de las 30 monedas, que no es otro que San Judas.
En definitiva encontramos una escena con gran realismo y expresividad, sacada de las famosas esculturas barrocas de Fernández, La Roldana, etc.
Dicho paso fue adquirido a la Iglesia del Buen Pastor de San Sebastián en 1967 y vino a sustituir al otro mucho más antiguo.
La primitiva estaba realizada en madera, talladas sólo la cara y manos de los apóstoles y todo el conjunto vestido.
Se vendió en fechas próximas a la Guerra Civil.
Frente al primer paso que era llevado por 12 personas, el actual es portado por 30 entunicados.
